Dejamos Delhi bien cargados en un taxi grande que
llegaba de Jaipur a recogernos a las 7 a.m , y teníamos un viaje de 9 horas por
delante con vacas en la autovía, coches en dirección contraria, camiones y más camiones
y motos que se cruzan a 40km/h con 4 chavales de unos 20 años en chanclas,
vaqueros, camisas de cuadros y gafas de sol, la nueva moda , enseñar el
calzoncillo por encima del pantalón, os suena?;
todo esto con un A.A a 16° que nos pusimos hasta un jersey, el taxista
ni "papa" de inglés y mascando tabaco, (escupen entre peaje y peaje
abriendo la puerta), en fin a cada cual, su vicio.
Nuestra única preocupación, (a Luis los medios de
locomoción le hacen un efecto somnífero, durmió 7 de las 9 horas), así qué , mi
única preocupación era no tener hotel, la Guesthouse que alquilamos la última
vez ya no la llevaba Ana , "la española", me dijo en WhatsApp
que podíamos ir al hotel de Mogli su
novio y me dio su móvil, ella volvía a España tras casi 6 meses y nos cruzábamos
pero había hotel seguro por ser temporada baja, las últimas 3 horas en el coche
el calor era brutal unos 40 °, al A.A se le acabó el gas seguro, no me extraña
nada, llegamos a las 5.00 p.m a la
antigua finquita Guesthouse con el taxi que volvía a Jaipur, (ese señor condujo
unas 17 horas seguidas ese día) ; y efectivamente estaba cerrada la casa, pero
no quería irme sin una maleta que dejé la última vez, con botones, cintas,
cremalleras, algo de ropa, un hervidor, y un gran botiquín, como dice mi amiga
Ana, (que viaja por el mundo llevando grupos de empresas de nivelazo y es una crack),
" Excepto medicinas, todo lo que necesites puedes comprarlo en casi
cualquier sitio..." y siendo hija, hermana y cuñada de farmacéuticos el
botiquín era importante.
Luis entra por el portón metálico saludando
"Namasté, Hello"... y se asoman dos mujeres en Sari rojo a la
puerta de otra de las casas, mientras me quedo con el taxista veo como la
señora más joven entra en la casa y sale al minuto hablando por el móvil,
genial, se acordaban de nosotros el dueño de la finca, que era su suegro (un
abuelo de cuento con bigote blanco, pelo blanco y vestido con una camisola
blanca y una tela blanca a modo de pañal gigante, lo conocía por que un día
estando en la cocina y fumando un pitillo, entró, me saludo en hindi y en
inglés y me pidió una calada, buff, que no sea escrupulosa de acuerdo, pero
acababa de encenderlo así que le dije sonriendo que no, que "after
lunch" le liaría uno, y se fue.
Después de comer lié 2 cigarros y me acerqué a la huerta a llevárselo,
sonrió y me dio las gracias varias veces, en fin que se acordaba de Luís por
hablar con él del campo y de mí por qué hacía de estanquera a domicilio, así
que aquí estamos con la casa entera (7 habitaciones y 6 baños) para nosotros solos.
Ellos en la entrada en su casa , como invitados, mandaron
a un teenager reguapo y tipazo de 19, (a mi hija de 20 se le habría caído la
baba) a limpiar la habitación, baño, patio y cocina, el suelo era arena pura ,
llevaba cerrado desde Marzo y lo abrían para nosotros, un puntazo de suerte,
ahora vivimos; el abuelo y su mujer con
su hijo (de moto y camisa de cuadros), su nuera, sus 2 nietos y nosotros en la
finca, nosotros en la casa grande y cocina
con el aceite de oliva de 2l de "Amalia Morena", Luís ya
felíz y yo más sino es por él no comería
apenas, la comida india es deliciosa, pero 33 días con picante es mucho,
estamos "como Pepes", ya tenemos hogar en Rajasthan, mañana al taller
a empezar con muestras y reunirnos con los tailors... Buenas noches, Namasté.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Little Pockets